Después de haber pasado la mañana en el pueblo de Caunes-Minervois, ponemos rumbo a Limousis por la carretera de Villeneuve Minervois: ¡ya allí los paisajes son magníficos!
La cueva está bastante alejada del pueblecito de Limousis. Después de comprar la entrada en la tienda-recepción, el guía nos lleva por una pequeña subida de 5 minutos con bonitas vistas hasta llegar a la entrada de la cueva. ¡Es, literalmente, un agujero en la roca!
Realmente estamos en otro mundo
Se entra por un pasillo bordeado de barricas de crianza de vino y se llega a una sala majestuosa. Nada más entrar, se pueden ver rastros de arañazos de osos cavernarios en la pared. Las concreciones son magníficas, ¡realmente estamos en otro mundo!
Una galería de 600 metros
Una sucesión de pasarelas, lagos azulados y salas, a cada cuál más hermosa (¡hay incluso una a la que acudían los habitantes del pueblo para organizar el baile del pueblo!). Casi podríamos escuchar en alguna parte el gruñido de un oso... Así que, niños, ¡sed buenos!
El plato fuerte del espectáculo
Un breve pero intenso espectáculo de luces y sonido muestra el fondo de la cueva y su araña de aragonito. ¡Todo un placer para la vista!
Volvemos por donde hemos venido, lo que nos permite ver la cueva desde otro ángulo y hacer nuevas fotos.
La visita dura una hora, perfecta para los niños, que no se quedan sin moverse de un mismo sitio mucho tiempo.
Información útil
Aunque el terreno es llano, hay algunos escalones y zonas estrechas o resbaladizas. El recorrido son unos 1,2 km de ida y vuelta.
La cueva está abierta todos los días desde febrero hasta mediados de noviembre, con horarios de visitas que varían.
Más información
N.B.: Fotos tomadas en 2019 // El uso de mascarilla es obligatorio
El oso de las cavernas habría vivido en la cueva hace 10 000 años (para quienes tenían miedo).